Caída de personas

El riesgo de caída de personas es el que implica la pérdida de equilibrio o de apoyo de los trabajadores que se encuentran en el andamio, y que puede provocar una caída al vacío o a un nivel inferior, con consecuencias graves o mortales. Este riesgo puede ocurrir por diversas causas, como:

• Una mala instalación o fijación del andamio, que puede provocar que se desplome, se deslice, se incline o se desestabilice.
• Una superficie inestable o resbaladiza, que puede hacer que el trabajador pierda el agarre o el control de sus movimientos.
• Una falta de protección colectiva o individual, que puede dejar al trabajador expuesto a un borde o a un hueco sin barrera o sin sistema de retención.
• Una sobrecarga de peso, que puede exceder la capacidad de carga del andamio y provocar su deformación o rotura.
• Una manipulación incorrecta de herramientas o materiales, que puede hacer que el trabajador se golpee, se corte, se enganche o se distraiga.
• Una falta de señalización o iluminación, que puede dificultar la visibilidad o la percepción de los riesgos.
• Una interferencia con otras instalaciones o elementos, como cables eléctricos, tuberías, grúas, etc., que puede generar un contacto peligroso o un desplazamiento forzoso.

Para evitar o minimizar el riesgo de caída de personas, se deben seguir unas pautas de seguridad que incluyen:

• Elegir el andamio adecuado, que garantice la resistencia, estabilidad, dimensiones, movilidad y accesibilidad necesarias para el trabajo en altura.
• Montar y desmontar el andamio correctamente, siguiendo las instrucciones del fabricante o del proveedor, y contando con personal cualificado y autorizado.
• Usar el andamio correctamente, respetando la capacidad de carga y la distribución del peso, manteniendo el orden y la limpieza, usando el equipo de protección individual adecuado, accediendo y saliendo por los medios habilitados, y evitando trabajar en condiciones adversas o ante cualquier anomalía o riesgo.
• Inspeccionar y mantener el andamio, realizando revisiones periódicas, reparando o sustituyendo las piezas o elementos defectuosos, y conservando el andamio en buenas condiciones de higiene y seguridad.
• Instalar y usar sistemas de protección colectiva, como barandillas, redes, plataformas, etc., que impidan o amortigüen la caída de personas o de objetos.
• Instalar y usar sistemas de protección individual, como arneses, líneas de vida, mosquetones, etc., que sujeten o detengan al trabajador en caso de caída.
• Señalizar e iluminar adecuadamente el andamio y sus alrededores, para advertir de los riesgos y facilitar la visibilidad.
• Coordinar y comunicar las actividades con otros trabajadores o empresas, para evitar interferencias o situaciones de riesgo.