Riesgos al usar andamios

Los andamios deben cumplir con unas normas de diseño, montaje, uso y desmontaje para garantizar la seguridad de los trabajadores y de las personas que circulan por las zonas aledañas.

Los riesgos al usar andamios son aquellos que pueden provocar accidentes, lesiones o daños materiales durante el trabajo en altura. Algunos de los riesgos más comunes son:

• Caídas de personas o de objetos: este es el riesgo más grave y frecuente, y puede ocurrir por diversas causas, como una mala instalación o fijación del andamio, una superficie inestable o resbaladiza, una falta de protección colectiva o individual, una sobrecarga de peso, una manipulación incorrecta de herramientas o materiales, una falta de señalización o iluminación, o una interferencia con otras instalaciones o elementos (como cables eléctricos, tuberías, etc.).
• Golpes o atrapamientos: este riesgo se refiere a los impactos o compresiones que pueden sufrir los trabajadores o las personas que se encuentran cerca del andamio, por ejemplo, al chocar con partes salientes o puntiagudas, al quedar atrapados entre piezas o elementos, al recibir golpes de objetos que caen o se desprenden, o al sufrir movimientos bruscos o desplazamientos involuntarios del andamio.
• Incendios o explosiones: este riesgo se relaciona con la posibilidad de que se produzca un fuego o una detonación en el andamio o en sus proximidades, debido a la presencia de materiales inflamables o explosivos, a la generación de chispas o llamas por trabajos de soldadura o corte, a la exposición a fuentes de calor o electricidad, o a la falta de medidas de prevención o extinción.
• Contactos eléctricos: este riesgo implica el contacto directo o indirecto de los trabajadores o de las partes metálicas del andamio con una fuente de electricidad, lo que puede provocar una electrocución, una quemadura o un incendio. Este riesgo puede darse por una instalación eléctrica defectuosa o inadecuada, por una proximidad excesiva a líneas de alta tensión, por una falta de aislamiento o de puesta a tierra, o por una manipulación imprudente de equipos o herramientas eléctricas.

Para evitar o minimizar estos riesgos, es necesario seguir unas pautas de seguridad que incluyen:

• Planificar el trabajo: antes de iniciar el trabajo en altura, se debe realizar un estudio previo de las características del lugar, del tipo de andamio más adecuado, de los materiales y herramientas necesarios, de las condiciones meteorológicas, de los posibles obstáculos o interferencias, y de las medidas de protección y emergencia a aplicar.
• Elegir el andamio adecuado: se debe seleccionar el andamio que mejor se adapte a las necesidades y características del trabajo, teniendo en cuenta su resistencia, estabilidad, dimensiones, movilidad y accesibilidad. Se debe verificar que el andamio cumpla con las normas técnicas y de calidad vigentes, y que disponga de los elementos de seguridad requeridos, como barandillas, plataformas, escaleras, anclajes, etc.
• Montar y desmontar el andamio correctamente: se debe seguir las instrucciones del fabricante o del proveedor del andamio, y contar con personal cualificado y autorizado para realizar estas operaciones. Se debe comprobar que el andamio esté bien nivelado, fijado y apoyado sobre una superficie firme y plana, y que no presente defectos o daños que puedan comprometer su seguridad. Se debe señalizar y acordonar la zona de montaje y desmontaje, y evitar que haya personas o vehículos circulando por debajo o cerca del andamio.
• Usar el andamio correctamente: se debe respetar la capacidad de carga y la distribución del peso del andamio, y no sobrepasar los límites establecidos. Se debe mantener el orden y la limpieza en el andamio, y retirar los objetos o materiales que no se estén usando. Se debe usar el equipo de protección individual adecuado, como casco, guantes, calzado, arnés, etc., y asegurarse de que esté bien colocado y ajustado. Se debe acceder y salir del andamio por los medios habilitados para ello, y no saltar, trepar o balancearse en el andamio. Se debe evitar trabajar en el andamio en condiciones adversas, como lluvia, viento, nieve, etc., y suspender el trabajo si se detecta alguna anomalía o riesgo en el andamio o en su entorno.
• Inspeccionar y mantener el andamio: se debe realizar una revisión periódica del estado y funcionamiento del andamio, y registrar los resultados en un documento o ficha. Se debe reparar o sustituir las piezas o elementos que presenten deterioro, rotura o desgaste, y no usar el andamio hasta que se hayan solucionado los problemas. Se debe conservar el andamio en buenas condiciones de higiene y seguridad, y almacenarlo adecuadamente cuando no se esté usando.